De los datos y documentos existentes en la actualidad no podemos sacar conclusiones fidedignas del momento preciso en que la Imagen de Ntra. Sra. y Bienvenida tienen su origen.
No obstante de esos mismos datos documentales, añadiéndoles un poco de lógica y un mucho de sentido común, si podemos deducir de manera mas o menos clara y muy aproximada a la realidad, del cuando, el por que, y el como se produjo el alumbramiento de ambas identidades a la luz de la historia.
El primer dato histórico que interesa resaltar tiene lugar a mediados del siglo XIII (1241) en el que el Rey Fernando III hace donación a la orden de Santiago de los territorios reconquistados a los musulmanes en la baja Extremadura, en su mayor parte por el que fuera gran maestre de la Orden D. Pelay Correa.
Pues bien, en estas donaciones aparecen todos los pueblos de nuestro entorno, (Usagre, Fuente de Cantos, Calzadilla, Montemolin etc.) Y no lo hace Bienvenida, por lo que cabe deducir que su no aparición se debe a que en esta fecha aun no existía.
El segundo dato a tener muy en cuenta es en el que por vez primera hace referencia a “La Bienvenida”. Este seproduce a mediados del siglo XIV, más concretamente el 4 de Marzo de 1353, en el que el Maestre de la Orden D. Fadrique de Castilla en el capitulo general de Fuente de Cantos viene a decir:
“Al NE. hay un poblado de pastores, que denominan de la Bienvenida, en el que se rinde culto a una imagen de Ntra. Sra. del mismo titulo.”
El siguiente dato de interés para tratar de situar el origen del culto a Ntra. Sra. así como el de nuestro pueblo nos lo ofrece el autor, anónimo, de “la Novena de la Virgen de los Milagros” cuya primera edición fue concedida en Madrid en el año 1747 e impresa en Zafra en el año 1867 partiendo de otra impresión realizada en 1773. Pues bien, en la mencionada Novena se nos dice:
“NOVENA/ A LA SACRATISIMA VIRGEN/ DE LOS MILAGROS/ QUE SE VENERA EN LA VILLA/DE BIENVENIDA, EN LA PROVINCIA DE EXTREMADURA/.
En la fértil Provincia de Extremadura, tres leguas distante de la ciudad de Llerena, y quatro de la villa de Zafra, esta fundada la hermosa villa de Bienvenida, perteneciente, por lo espiritual, y temporal, al Maestrazgo del Señor Santiago; adornada de abundante población, de casas ilustres, familias esclarecidas, pingues Mayorazgos, copiosas haciendas, de un temple muy sano; y en lo espiritual de muchos venerables, celosos, y aplicados Sacerdotes, que como dignos Ministros del Altísimo la fertilizan con el pasto espiritual, y buen exemplo. En esta Villa que funda su mayor nobleza en ser concha de la mas divina Margarita, a la parte de occidente, tiene decente abitacion, y majestuoso Templo la Sacratísima Imagen de Nuestra Señora con el titulo de los Milagros. A esta Señora venera con el más fervoroso afecto esta devota villa, resplandeciendo maravillosamente una cariñosa correspondencia entre la Señora y el Pueblo, pues esmerándose sus moradores en su Culto, reconocen el empeño con el que la benignísima Señora, como amante Madre, atiende a la perfección y consuelo de sus hijos….
… el origen de este bello Simulacro se ignora, y no ay escrito, ni monumento antiguo que diga el principio, por donde se comprenda el tiempo en que se empezó a venerar esta Imagen Soberana; solo se conserva como inconcusa tradición de padres a hijos en dicho pueblo, y su comarca, que esta Señora es un retrato o copia de la que con el mismo titulo se venera en los campos de la Alcudia, teniéndose por cierto, que esta recibía en Bienvenida culto, y que improvisamente fue trasladada, por divina disposición, a aquel Desierto, de aquí la conduxeron con toda solemnidad a Bienvenida, pero segunda vez se retiro a la Alcudia; y manifestó Dios era su voluntad que habitase esta Señora en aquel Desierto, disponiendo que de una raíz gruesa de un espino, que se encontró cerca del sitio donde aora esta la Hermita, se fabricase, para consuelo de Bienvenida, esta Imagen prodigiosa. La incuria de nuestros antecesores, o la larga sucesión del tiempo nos ha privado de fidedignos instrumentos que afianzasen la verdad de estos portentos, para cuya fee no tenemos mas apoyo que la tradición expuesta, y conserva la Imagen de la Alcudia el titulo de la Virgen de los Milagros, a quien comúnmente llaman Nuestra Señora de Bienvenida.
De los datos y documentos expuestos anteriormente, mas otro que expondremos mas adelante, y aplicando el sentido común del que hablábamos al principio, la hipótesis que, al menos al que esto escribe, y sin perjuicio o menoscabo de otras que se puedan mantener sobre el origen de Bienvenida y su Virgen, mas visos de aproximarse a la realidad tiene es la que sigue.
“La Bienvenida”, imagen de Ntra. Sra., y “La Bienvenida” (poblado, lugar, Alcaidia, Villa etc.) Tienen sus orígenes en un hecho que fue de vital importancia para la repoblación de todo el territorio bajo extremeño después de su reconquista, y este hecho no fue otro que la Trashumancia.
Así denominado al movimiento migratorio de pastores con sus rebaños, a través de las cañadas reales, que se producía dos veces por año, en invierno (Octubre-Marzo) de norte a sur, y en verano (Abril-Septiembre) de sur a norte, en busca de un mejor clima y mejores pastos.
Algunos de estos pastores, procedente del Valle de la Alcudia, se establecerían en lo que hoy conocemos por Bienvenida y que en aquel tiempo era término y jurisdicción de Usagre dando así lugar a un poblado, o asentamiento pastoril, que denominaron de La Bienvenida en honor al lugar de donde procedían.
Es lógico pensar que este asentamiento, al menos en sus primeros años, fuera de forma y manera temporal (temporada de invierno) para pasar a ser definitiva al cabo de muy pocos años. Al fin y al cabo aquí encontrarían, más que de sobra, lo que venían buscando para ellos y sus ganados, al principio, y sus familias poco después. Territorio extenso con buenas tierras, buenos pastos, buen clima y agua en abundancia.
No es menos ilógico pensar que, dada la corriente fervorosa de restauración del culto Cristiano que impregno aquella época, así como la devoción y adoración que los pastores han mostrado desde siempre por la Virgen Maria fueran ellos los artífices de la primera Imagen de la Virgen, así como de la construcción de una modesta y primitiva ermita donde cobijarla y rendirle culto, a la que denominarían “Santa Maria de La Bienvenida, comúnmente llamada Nuestra Señora de La Bienvenida”.
Esta denominación o titulo se mantuvo tanto para la Imagen de la Virgen, como para el poblado algo más de un siglo.
Es de suponer que en los años en que su asentamiento fue temporal la imagen de la Virgen viajara con ellos a su tierra de origen (dos veces nos dice el autor de la novena; ¿dos años?)
El dato al que se hacia referencia anteriormente y que sirve para afirmar aun mas la tesis anteriormente expuesta hace referencia al extraordinario incremento demográfico, tanto de personas como de cabezas de ganado, que La Bienvenida experimento en muy pocos años. Hecho que no se dio en ningún pueblo de la comarca y que con el paso del tiempo les llevo a no pocos litigios, por el aprovechamiento de las tierras, con sus vecinos mas cercanos tanto de Fuente de Cantos como, y muy especialmente, de Usagre.
Este extraordinario, por lo inusual en tan corto espacio de tiempo, incremento demográfico solo puede ser atribuido a que, si bien en un principio (uno o dos años) la aventura de trasladarse a tierras inhóspitas y desconocidas la emprendieran ellos solos con sus ganados, poco después y una vez conocido el territorio les acompañaran sus familias.
Lo expuesto anteriormente debió tener lugar a mediados del siglo XIV, probablemente entre los años 1345-1353.
Es muy probable, tambien, que a los hechos narrados anteriormente se debiera el habla de una peculiar jerga llamada “alcotiza”
El 25-x-1469 el Maestre de la Orden D. Juan Pacheco convoca un capitulo general en los Santos de Maimona, de donde saldría la creación de la encomienda de La Bienvenida. Sus terrenos se entregan a D. Juan Diosdado Figueroa mas conocido como Juan de la Parra por ser natural de La Parra (Badajoz) como medio de pagarle servicios prestados y proporcionarle con sus rentas soporte económico para el resto de su vida.
Juan de La Parra, nuestro primer Comendador, fue considerado como una de las personalidades más importantes de la época y hombre de gran influencia dentro de La Orden de Santiago. Llego a ser escribano de cámara del Rey Enrique IV de Castilla y secretario personal de los Reyes Católicos.
La Casa de la Encomienda estaba situada en el lugar que ocupa actualmente el Ayuntamiento y, en la primera de las vistas que los señores visitadores de la orden hacen (1494), se nos dice de ella que:
“La labro de nuevo su comendador Juan de la Parra.
Se entraba a ella por una portada grande de ladrillos, tenia cuerpo de casa grande, una bodega con 23 tinajas mayores y otras tantas medianas, una caballeriza donde podrían estar catorce caballerías mayores, un granero en las que cabrán mas de mil fanegas de pan, un corral cubierto, otro sin cubrir y al final uno muy grande que da al campo.”
En el año 1475 nace en Bienvenida, en una casa de la calle que lleva su nombre, D. Juan Riero uno de nuestros vecinos mas ilustre, y gran beneficiario de la misma; fue Vicario del monasterio de Tudia y persona de gran renombre en la Orden de Santiago. Fallecio en su casa de Bienvenida en 1545.
En 1487 se hacia referencia a las ordenanzas municipales de La Bienvenida, ordenanzas que serian confirmadas por el Emperador Carlos V en Valladolid el 24-III-1550 cuando le:
“Fue fecha relación que la dicha villa tenia ciertas ordenanzas muy convenientes para la buena gobernación de ella y que, porque no habían sido por mi confirmadas, me suplicavades las mandase aprovar e confirmar”
En la anteriormente mencionada primera visita (1494) los visitadores registran la existencia de pinturas y “otras estorias pintadas en la pared” (refrendadas posteriormente en la visita de 1574) a lo que, probablemente, dio lugar al origen de la advocación o titulo de los Milagros para Ntra. Sra.
“un milagro que Nuestra Señora obro en resucitar a un niño ahogado en un pozo donde cayo, del cual de dos días ahogado.
Por la cual causa desde entonces llamaron a esta gloriosa Imagen de Nuestra Señora de los Milagros”
Por estas fechas debió constituirse también la Cofradía o Hermandad de Nuestra Señora Santa Maria (ahora si) de los Milagros pues con motivo de la celebración de las fiestas en su honor, que entonces tenían lugar el 25 de Marzo con motivo del día de Nuestra Señora de la Encarnación, se procedió a la renovación anual de las personas que ocupaban los diversos cargos en dicha Cofradía o Hermandad.
En la renovación de 1531 nueve de los hermanos cofrades denunciaban las irregularidades cometidas en el nombramiento del mayordomo y oficiales, a la hora de sustanciar la denuncia se toma declaración bajo juramento a varios hermanos, entre ellos al que sigue:
“Este día rrecibi juramento de Garcia Martin de la Huerta, hermano de la dicha hermandad, y dixo, aviendo jurado en forma de derecho, que el no se hayo a las juntas de agora pasadas, pero que sabe que siempre an de estar a la elección todos los oficiales de la dicha hermandad con el mayordomo y diez hermanos otros, que tanto voto tiene y a de tener qualquiera de los hermanos que alli se hallaren de los diez como qualquiera de los oficiales y ansy se ha guardado y husado mas ha de cuarenta años que esta en la hermandad este testigo…”
Si este testimonio se produce en Abril de 1531 y en el se nos cuenta que hace “mas de cuarenta años que esta en la hermandad”, esta debió constituirse en fechas anteriores a 1491.
La segunda visitación santiaguista se produce cuatro años mas tarde 1498, en ella los visitadores nos dan cuenta de la reedificación de la Ermita, debió comenzarse después de la primera visita, sobre la Ermita primitiva:
“visitose, la iglesia que se dize de la advocación de Santa Maria de los Milagros, que esta en la dehesa de la Nava, cerca de este lugar de La Bienvenida es toda ella nueva. Hay en ella un altar… y en el altar esta Nuestra Señora, de bulto, de madera, con su hijo glorioso en los brazos, vestida de una camisa de lienzo y encima un brial de damasco colorado verdugado, y un manto azul de terciopelo de seda”.
En este mismo año La Bienvenida contaba ya con 170 vecinos (unos 680 habitantes) y el casco urbano estaría constituido, poco mas o menos, por las calles: Vicario, Llerena (primer tramo) Pintada, Plaza, Mesones y primer tramo de Santa Ana.
A comienzo de este siglo, 1508, se comienza a labrar una nueva capilla mayor, habiendo concluido en ese momento, el nuevo arco toral que fuera necesario. Su edificación estaría concluida para 1515 pues los visitadores santiaguistas de este año nos cuentan que:
“tiene una capilla de boveda, muy bien obrada, nueva, con su rrexa de palo”.
El retablo mayor llegaría poco después. En la visita del año 1550 los señores visitadores nos detallan lo que sigue:
“visitose, una hermita que se dice de Nuestra Señora Santa Maria de los Milagros, que esta fuera de la dicha villa, como a un tiro de ballesta, en la dehesa de la Nava.
El cuerpo della es de una nave con quatro arcos de ladrillo y la techumbre della, que esta sobre dichos arcos, es de madera de pino, labrada de cinta y saetino e su teja en cima…
Tiene una capilla mayor de bóveda sobre cruceros de ladrillos y el casco de los mismo, con una rrexa de palo que divide el cuerpo de la iglesia..; tiene un altar en la dicha capilla y sobre el un retablo labrado a lo romano, de buena talla dorada, pintado de pincel de diversas hestorias, con sus remates, y es todo nuevo..
Tiene en el medio de dicho retablo, encima del altar, una Imagen de nuestra Señora, de bulto, vestida, y a una parte del altar, otra Imagen de Nuestra Señora, dorada, de bulto; tiene sus gradas fronteras de azulejos y el suelo de dicha capilla es de ladrillos, con sus cuartones de azulejos…
En octubre de 1574 los visitadores de la Orden nos ofrecen una más extensa descripción de la Ermita.
“Tiene un humilladero delante de la dicha hermita de piedra, una cruz con su pedestal muy bien labrado y con sus insignias de la Orden del Apóstol en el arbol de la cruz y rreverso della; tiene un patio grande como un corral delante de la puerta principal, cercado de dos tapias y media de piedra gaxada de mampostería y miembros de ladrillos, con su almenado de ladrillo; tiene una puerta con su tejado a dos aguas sobre madera tosca, con dos puertas de madera de pino, por donde se sale al exido y dehesa de la Nava; tiene al mediodía un portal sobre tres arcos de ladrillos sobre dos pilares con hostiales que sirven a los lados, cubierto a una agua de madera de vigas y alfarxia y ladrillo por tabla; tiene una portada de un arco de ladrillo y molduras del mismo ladrillo con abitos y ynsignias de la Orden, con dos puertas de madera de pino, labradas de media talla la historia de la Anunciación y Encarnación del Hijo de Dios… esta el pozo, donde fue el milagro, a las espaldas, de la parte del regañón (noroeste) de la dicha hermita, el cual es de mucho agua y tiene de hondo mas de un gran estado de agua; tiene un campanario con un esquilón grande y en el dicho patio tiene dos cuerpos de casa, uno del santero y su mujer, que tiene cargo de limpiar la iglesia y alumbrar la lámpara todas las noches, e otra en donde están las bestias y el servicio del dicho santero y de muchos que vienen a velar a la dicha hermita..”
En 1596 se aprueban unas nuevas reglas (estatutos) para la Hermandad de Nuestra Señora de los Milagros
“En la villa de Bienvenida, en tres días de el mes de marzo de mil y quinientos y noventa y seis años, Gregorio Martín Manzano y Alonso Ximenes Xena, alcaldes de la hermandad de Nuestra Señora Santa Maria de los Milagros desta dicha villa y Diego Blas y Juan Sánchez, regidores de la dicha hermandad, y Francisco Hernández Pizarro, mayordomo Della, se juntaron en casa del dicho Francisco Hernández y dixeron que, porque la regla y constitución de la dicha hermandad que tenia para el buen govierno e regimiento della se an perdido e no parescen e conviene para el dicho efecto hazer otra regla e ordenanzas, las cuales ordenaron e hizieron en la manera siguiente:
Primeramente, acordaron y ordenaron queen la dicha hermandad aya dos alcaldes y dos rregidores y un mayordomo, como al presente los ay y a avido hasta agora, dende que la dicha hermandad se fundo, los cuales se junten y hagan cabildo el día de Nuestra Señora de la Encarnación, ques a veinte y cinco dias del mes de marzo de cada año, y en el dicho cabildo elixan otros oficiales, alcaldes e rregidores y mayordomo para el año siguiente y ansi mismo elixan ermitaño para la dicha ermita.
Otro si, acordaron y ordenaron que cualquiera persona que quisiere entrar por hermano de la dicha hermandad sea admitido en ella, sin que pague de entrada cosa alguna, salvo si la tal persona estuviere en el articulo de muerte, porque en este caso no se a de admitir sino es por que pague seis rreales de limosna a la dicha hermandad.
El licenciado Pedro de Villares, provisor e vicario general en la probincia de León por don Alonso de Xerecedo, por la gracia de Dios prior de la dicha probincia, del Consejo del Rei nuestro Señor,etc., abiendo visto estas ordenanzas e capítulos, hechas por los oficiales y hermanos de la hermandad y cofradía de Nuestra Señora Santa Maria de los Milagros de la villa de Bienvenida e atento que perecen que son útiles e provechosas para conserbación de la dicha hermandad, las aprovo e mando que se guarden e cumplan como en ellas se contiene (…) y lo firmo en la villa de Llerena en veinte y nueve días del mes de marzo de mil e quinientos e noventa e seis años.”
A finales de Julio de 1615 el afamado pintor Emeritense, Cristóbal Gutiérrez, se alzaba con la obra de pintura del retablo mayor y de otros dos colaterales de la parroquial de Bienvenida, ganando el concurso a los otros dos participantes, el sevillano Vicente de Pereda y al zafrense Juan Montaño.
El citado concurso incluía, además de los retablos de la parroquial, la restauración de las pinturas realizadas en la pared que hacían referencia a “los Milagros de Nuestra Señora”.
En Abril de 1617 el mayordomo de la ermita, Fernando Jiménez, se dirigiría al provisor de Llerena en los siguientes términos:
“Que, al tiempo y quando la yglesia maior de la dicha villa trato de pintar el retablo de la dicha yglesia maior, entro en codicion que Cristóbal Gutierrez, oficial y maestro de la dicha obra, abia de repintar todos los milagros que en la pared de dicha hermita estavan pintado y aora, por ser mas útil y provechoso, se a acordado que los dichos milagros y pintura, que se avia de hacer en la pared, sea y se haga en un cuadro grande de lienzo, todo pintado al olio, con su guarnición de madera”.
Este cuadro grande estaría integrado por un total de quince cuadros de escenas y figuras (retablo) que harían referencia, principalmente, al milagro de la devolución de la vida al niño ahogado en el pozo hacia tres días.
La composición del mencionado cuadro, o retablo, seria la siguiente:
A este mismo asunto haría referencia, siglo y pico mas tarde, el autor de la Novena cuando nos ofrecía el siguiente testimonio:
“se hallo debaxo de el en la pared la misma pintura muy derrotada, de donde se corrige que, para conservar la memoria de estos milagros, se copio en el lienzo lo que estaba en la pared; y todo prueba el antiguo culto y portentos de esta Divina Señora.”
En la segunda mitad de este siglo se trasladaría de fechas la festividad de Ntra. Sra. de los Milagros. Desde la primitiva, 25 de Marzo día de la Encarnación, a la que definitivamente quedo establecida, hasta nuestros días, el día 8 de Septiembre día de la Natividad de Nuestra Señora.
En este siglo tienen lugar la más importante reforma realizada en la Ermita desde su reconstrucción (1494-1498).
En 1718 dan comienzo las obras de edificación del Camarín de la Virgen y de la nueva sacristía, aprovechando la planta baja del Camarín.
El trece de Mayo de este año se extendía, en Fregenal de la Sierra, la carta de obligación y fianza (contrato) por parte del maestro albañil Alonso Hermoso, como principal, y su hermano Pedro, también maestro albañil, como fiador ambos de Fregenal. Esta carta recogía lo que sigue:
“se remato de ultimo remate la obra de la sacristía y camarín en la hermita y santuario de Nuestra Señora de los Milagros de la villa de Vienvenida, extramuros de ella, en quatro mill y cuatrocientos reales”
Según parece esta cantidad solo incluía “sus manos y peonaje”.
En 1737-1738 debieron comenzar las obras de sustitución de la antigua cubierta de madera por la excelente bóveda de cañón sobre lunetos que actualmente conserva. De esta misma época es también el cambio de la bóveda de crucería de la capilla mayor por la cúpula que ahora la cubre.
Por estos mismos años se debieron emprender las obras de construcción del nuevo coro y la de la fachada oeste de la Ermita, con la bella espadaña o campanil que la preside. Esto llevaría consigo la ampliación de la Ermita, un tramo mas, pasando de los cuatro tramos que poseía a los cinco que ahora conocemos
A este siglo (1747) pertenece la primera edición de la “Novena de la Virgen de los Milagros” a la que se hacia referencia al principio de esta historia. Esta primera edición recoge una serie de milagros atribuidos a la Virgen y de los que, para que quede constancia y permanezcan en el recuerdo, damos testimonio de uno de ellos:
“Celebrase la fiesta del Dulcísimo nombre de Maria en la Hermita de esta Soberana Imagen, y hallándose en el coro alto un niño llamado Joseph, de edad de dos años hijo de Balthasar de Soto y su muger, Antonia Romero, se descuido el muchacho que le traía, y metiéndose el chico por la barandilla de la ventana, que estaba cinco varas distante de la tierra, cayo precipitadamente, llenando de pena a todo el Pueblo que estaba en el Santuario, y todos le creyeron muerto, clamaron con fervor a la milagrosa Señora, y los que salieron a reconocer, y recoger la criatura la hallaron riéndose, sin lesión alguna, y dieron gracias de esta piedad a la Reyna Soberana. Sucedió un 12 de Septiembre de 1728.”
El 22 de octubre de 1723 se produce otro hecho que provoco gran revuelo en Bienvenida así como en todos los pueblos de la comarca. Nos referimos al “traslado” de la comunidad de monjas, concepcionistas, desde el convento que poseían en Usagre a Bienvenida.
Salieron de Usagre a las dos de la mañana “en dos filas, puestos los velos, y cada una con una vela encendida. Precedidas por la abadesa (Maria de Santa Rosa) que llevaba la cruz alzada, y cerrando la marcha el sacerdote (Alonso Gordón Mancera, sacerdote de Puebla de Sancho Pérez, que se encontraba allí accidentalmente) que llevaba el Santísimo. A las cinco de la mañana llegaron a la Ermita de los Milagros, a las seis estaban en la iglesia parroquial de Bienvenida y a las seis y media en la Casa de la Encomienda.
Después de un largo procesó se instalaron definitivamente en Bienvenida, en un convento que se construyo en la Ermita de Santa Ana, donde residirían hasta su desaparición victimas de las leyes desamortizadoras de Mendizábal.
Del “Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura, Partido de Llerena” realizado con fecha 28 de Marzo de1791, en lo que refiere a la Virgen de los Milagros y su Ermita cabe destacar lo que sigue:
“La de Maria Santísima de los Milagros extramuros de esta villa, tiene de renta quinientos ochenta y cinco reales, con mas la limosna que se junta al verano que suele ascender a veinte y cinco fanegas de trigo, quince de cebada y algunas habas y garbanzos, y tiene de pensión ciento setenta reales de dotaciones que paga a la colecturia de esta villa por imposición de algunos sujetos que dejaron a esta imagen por heredera, cuya herencia se ha enagenado para la reedificación de la hermita y lo sobrante se convierte en el culto y decencia de dicha Señora; y en día ocho de septiembre se hace la función de esta Ymagen con mucho concurso de gentes así del pueblo como forasteros…. Bienvenida y marzo 28 de 1791. Alonso Duran Montero.”
“…sobre establecimiento de campo santo en un cercado contiguo a la Hermita de Nuestra Señora de los Milagros extramuros de esta villa, que es el santuario de la devoción del pueblo…
La necesidad de este establecimiento es urgente por que la población es crecida y no hay mas que una yglesia parroquial, cuio pavimento esta deformado y lebantado notablemente con el numero de cadáveres que contiene, habiendo experimentado un contagio pocos años hace causado por el hedor que se sentia en la iglesia…”
El cementerio se mantuvo en este lugar durante muchos años. Para terminar este siglo y como anécdota curiosa diremos aquí que en el año 1765 D. Tomas Boza Márquez (Marques de Valdeloro) vecino de Bienvenida, compra la Encomienda de Cazadilla de los Barros.
Los cuadernos de cuentas de la mayordomía de este siglo reflejan algunos datos interesantes en relación con la fiesta de la Virgen y de las que, por curiosas, dejamos constancia.
En las presentadas por el mayordomo D. Antonio Poves en 1843 aparecen:
Capitulo de ingresos:
46 fanegas de trigo vendidas a 22 reales, 115 de cebada vendidas a 7 reales, 8 de habas vendidas a 10 reales, todo ello reunido durante el verano en el “petitorio de las eras. Por limosnas en la subasta de los brazos durante la procesión de la Virgen 922 reales.
El capitulo de gasto refleja lo siguiente:
70 reales gastados en el arrendamiento del caballo “para el petitorio de las eras”
25 reales gastados en cigarros para los que hicieron dicho petitorio
82 reales a D. Antonio Joaquín de Soto por cohetes y rueda para los fuegos
58 reales al sacristán y al organista por la función de la Virgen
21,5 reales por media arroba de aceite para la lámpara de la Ermita
En este siglo tiene lugar la última gran reforma emprendida en la Ermita.
En el año 1848 tiene lugar la colocación de un órgano nuevo, pocos años después se instala la verja del coro, en la que se puede leer: AÑO DE 1864. SE HIZO POR JOSE GARAY.
En el año 1868 comienza la reedificación de la bella arquería de la fachada principal cuya composición, según la visita de 1575, se reducía a un portal de tres arcos de ladrillo sobre pilares cubierto de madera y ladrillos por tabla.
Este portal se hace extensivo a toda la fachada principal, centrado por la nueva puerta de acceso a la Ermita (la anterior se encontraba mas cercana a la capilla mayor, justo enfrente del actual nicho de Santa Bárbara,) manteniéndose la disposición de tres elegantes arcos rebajados sobre pilares, en el cuerpo inferior, y en el superior se hace una galería de ocho arcos, también rebajado y sobre pilares. El artífice de esta obra, cuyo importe total fue de 4.486 reales, fue el maestro local Domingo de la Rodela.
Se desconoce el momento exacto de la construcción del arco triunfal que preside la entrada al patio de la Ermita. La única referencia a la que podemos hacer mención es a la inscripción, que el artesano que labro la reja, dejo hecha sobre el medio punto de la misma: SIENDO MAYORDOMO RAFAEL ORTIZ HIZO ESTA REJA SABAS AGUZA. AÑO 1833.
A finales del mes de Enero de 1879 D. Victorino Rodríguez, cura párroco de la villa lamentándose de la imposibilidad de atender debidamente los servicios religiosos en Bienvenida y en particular en el Santuario de los Milagros, se dirigía al Provisor del Obispado de Badajoz en los siguientes términos:
“continua la falta de la misa en la Ermita de los Milagros, que es donde tanta falta hace, y doloroso es y perjudicial que el pueblo, que acostumbra a oír la misa en la Ermita, se acostumbre a pasarse sin oírla; porque allí va el pobre que no tiene capa para ponerse, la mujer que no tiene mantilla de seda, el niño que no tiene zapatos, etc.; ese es el auditorio de la Ermita, pero numeroso, grande y devoto.”
Hermoso y esclarecedor testimonio sobre como eran los fieles que acudían a visitar a la Virgen en aquellos años.
Un año antes de este soberbio alegato de D. Victorino, la noche del 28 de Octubre de 1878, tiene lugar uno de los acontecimientos mas triste y denigrantes, sobre todo para las personas que lo cometieron, me refiero al expolio sufrido por la Imagen de la Virgen de los Milagros.
Despojada de sus vestiduras y de los principales efectos sagrados que le pertenecían: un cáliz con su correspondiente patena y cucharilla, la ráfaga de llamas o resplandor de la Imagen, un rostrillo de la misma, sobre dorado y adornado de piedras finas, un par de zapatos de plata del niño Jesús, dos cetros, sobredorados, de media vara el uno y de una cuarta de vara el otro y las dos lámparas grandes de la iglesia del Santuario.
La reacción inmediata del todo el pueblo no se hizo esperar, se reunieron en
torno a su Virgen, con lagrimas de dolor y rabia, pidiendo justicia por el robo sacrílego y miserable que se había cometido.
Al principio se creyó que los ladrones habían penetrado en la Ermita por la ventana del camarín, dejando como prueba una palanca nueva de hierro y un cuchillo con manchas de cera en su hoja. Los primeros detenidos como sospechosos, a primeros de Noviembre, serian el ermitaño y otros varios ¿…?.
En Enero de 1879 el párroco notifica al Obispado la más que sospechosa actitud del juzgado de primera instancia, donde se trata de encubrir el delito “por causa de las personas que van a figurar como reos”. Se ha descubierto que el robo no se cometió entrando por la ventana del camarín, sino por la puerta principal, lo que requeriría la complicidad, al menos, del ermitaño quien no tardaría en desvelar la identidad de los otros varios ¿…?.
Estos varios se sabe, algunos saben, eran realmente dos; de familia de influencia política el uno y de enorme abolengo la familia del otro.
A finales de Enero de ese mismo año un “ocasional” testigo declara que:
“al día siguiente del robo, estando en su casa, fue a encerrar un cerdo en una zahúrda y, por curiosidad, entro en un pajar de la misma, para ver si había mucha paja, y observo que en un rincón del pajar había dos costales y, al desatar uno de estos, vio con sorpresa en el la ráfaga de plata y las lámparas y…, de inmediato, al propio dueño del pajar que se presenta y le ordena que dejara “eso” por lo que opto, sin pedir mas explicaciones por retirarse.”
Se sabe que el dueño del pajar era cuñado del declarante, e intimo amigo del mayordomo y de otros que estarían dispuesto a proporcionarles las coartadas que fueran necesaria. Lo único que quedo meridianamente claro, es que después de un año largo de proceso en el que no se avanzo absolutamente nada, no se recupero nada de lo robado ni nadie pago por ello.
Seria bueno resaltar aquí el contraste tan tremendo existente en la actitud y comportamiento de aquellos que iban a la Virgen “sin capa, sin mantilla de seda, sin zapato, que ponerse (hasta sin comer a veces diría yo) y a los que, sin ningún genero de dudas, la Virgen les hubiera dado con mucho gusto aquello que poseía, de la de estos otros de “familias de gran influencia”.
Para concluir el presente siglo hacemos referencia a las visitas que nos realizaron dos personajes ilustres.
El primero en hacerlo fue el general Riego, sublevado contra el absolutismo del Rey Fernando XVII, fracasado su intento de sublevación y después de un largo deambular por distintas provincias españolas, llego a Bienvenida el 23 de Marzo con un reducido grupo de sus seguidores. Vista la situación aquí mismo acordo disolver la partida.
Casi medio siglo después (1866) el que nos visitaria seria el tambien general Prin. El cual, fugitivo tras su fracasado movimieto en contra del gobierno, recalo en Bienvenida al frente de sus partidarios para aprovisionar su intendencia a costa de los vecinos.
Dos años después, triunfante la revolucion de 1868, el ayuntamiento todavía intentaba cobrar sus deudas y reclamaba el pago de los suministros hechos al ayer fugitivo y proscrito general y en el momento heroe de la sublevación y jefe del gobierno.
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